Tierra,
tierra, que germen de luz: cuánto, a
sorbes con rapidez de esperanza, el una ilusión
se consumen los cielos
desde almas lactantes
-tierra
ya
sabrán tus fósiles amistad, donde
la forma más clara de los dispendiosos estratos
arropan
la respuesta pulsante
de adiós, aquí
llamaron tus niños sembrados y soles, hacia
por mariposas la hora transparente
desde un exilio de sueños,
aquí
por cuanta fe temblorosa de la nostalgia al juego
se arrojaron sobre los mundos ya
vencidos -pero, tan rápido,
en la noche estelar
el aire devanó sus corazones
para un capullo de huidas.
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